En una votación de 5 contra 4 la Corte Suprema de Estados Unidos emitió un fallo a favor del uso del fármaco que ha sido censurado por causar un dolor insoportable en las ejecuciones estatales.
"Debido a que siempre hay un riesgo de dolor inherente en cualquier método de ejecución sostenemos que la Constitución no requiere evitar los riesgos de dolor", señala la decisión.
La corte dictaminó que quienes argumentaron contra del uso de este fármaco "fallaron en establecer que cualquier riesgo de daño era sustancial cuando lo comparaban con cualquier otro método de ejecución conocido".
Los abogados de los tres condenados a muerte en Oklahoma argumentaron que el uso de la sustancia en las tres ejecuciones había violado las prohibiciones constitucionales sobre los castigos inusuales.
El protocolo de ejecución incluye el sedante Midazolam. Los efectos de esta droga fueron cuestionados cuando se utilizaron en las ejecuciones en Ohio, Arizona y Oklahoma, donde los condenados tuvieron un largo sufrimiento antes de morir.
En el año 2014, se ejecutó en Oklahoma a Clayton Lockett, a quien le inyectaron esta droga y agonizó durante 40 minutos hasta morir por un paro cardiaco.