SAN JUAN,
La Conferencia Episcopal Puertorriqueña rechazó la aprobación del matrimonio gay en Estados Unidos, sentenciada ayer por la Corte Suprema de ese país, aseguró que esta normativa es "claramente contraria" a los valores del pueblo de Puerto Rico.
Puerto Rico es actualmente un Estado Libre Asociado de Estados Unidos. Si bien los puertorriqueños cuentan con ciudadanía estadounidense, no pueden votar en las elecciones presidenciales y el poder para ejercer su soberanía recae en el Congreso de Estados Unidos.
En un comunicado difundido ayer, los obispos de Puerto Rico lamentaron que "una mayoría de jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido que prohibir el matrimonio entre personas de un mismo sexo es inconstitucional".
Esta decisión, indicaron, tendrá "el efecto de que los estados y los territorios están obligados a reconocer ese tipo de matrimonio que se hubiera celebrado en otras jurisdicciones, así como permitir su celebración en su propia jurisdicción".
Los obispos puertorriqueños lamentaron que "por la naturaleza colonial de nuestra relación político-jurídica con los Estados Unidos, la decisión de su máximo foro judicial sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, sea aplicable en Puerto Rico".
"Dicha decisión es claramente contraria a los valores de la inmensa mayoría de nuestro Pueblo, el cual, mediante un ejercicio democrático, legisló para reconocer únicamente el matrimonio entre un hombre y una mujer".