TURÍN,
Concluida la Misa que presidió en la Plaza Vittorio de Turín, el Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus. El Santo Padre realiza entre hoy y mañana una visita apostólica a la ciudad italiana.
En sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Papa habló de la Virgen María, "madre amorosa y premurosa hacia todos sus hijos" a la que Jesús "ha confiado desde la cruz, mientras se ofrecía a sí mismo en el gesto de amor más grande".
Francisco subrayó que precisamente "ícono de este amor es la Síndone, que también esta vez ha traído a tanta gente aquí, a Torino". "La Síndone (nos) atrae hacia el rostro y el cuerpo maltratado de Jesús y al mismo tiempo (nos) empuja hacia el rostro de cada persona sufriente e injustamente perseguida".
El Papa señaló que la Sábana Santa "nos empuja en la misma dirección del don de amor de Jesús".
"Reclamando el ardor apostólico de tantos sacerdotes santos de esta tierra, a partir de Don Bosco, de quien recordamos el bicentenario de su nacimiento, les saludo con gratitud a todos ustedes, sacerdotes y religiosos".
El Santo Padre les invitó a "llevar adelante con alegría su ministerio, enfocándolo siempre hacia aquello que es esencial en el anuncio del Evangelio".