El Arzobispo de Washington, Cardenal Donald Wuerl, publicó la carta pastoral "Ser católico hoy" en la que señala las dificultades que enfrentan los fieles en Estados Unidos cuando viven su fe en la esfera pública y explica que así como Cristo no cambió su mensaje pese a la incomprensión de muchos, la Iglesia tampoco lo puede alterar para agradar a la gente.
El Purpurado señaló que la fe no puede ocultarse ya que es la esencia y la identidad de la Iglesia que se manifiesta frecuentemente en el trabajo pastoral con los pobres, inmigrantes y niños.
"El prejuicio y la discriminación están mal porque dividen a la familia y violan la dignidad humana. También son contrarias a la verdad y caridad a la que todos estamos llamados", resaltó.
Aunque la Iglesia acoge a todos los pecadores, no puede aprobar el pecado, explicó el Arzobispo. "Jesús no cambió su mensaje solo porque alguien sintió que sus palabras sonaban 'muy duras'", indicó.
"Nadie debe sorprenderse ante la fidelidad de la Iglesia hacia las enseñanzas de Jesús. Después de todo está en su mensaje y en su Iglesia. Nosotros no tenemos derecho a cambiarlas", manifestó.
El Purpurado subrayó luego que la Iglesia no impone su voluntad a nadie pero busca que los católicos puedan practicar su fe libremente.