REDACCION CENTRAL,
¿Cómo una nación de profundas raíces cristianas como México puede quedar a merced de los demonios? El P. José Antonio Fortea, que elaboró el rito de Exorcismo Magno realizado hace unos días en San Luis Potosí contra la violencia demoniaca del narcotráfico y el aborto, lo explica en una entrevista con ACI Prensa.
El pasado 20 de mayo en la Catedral de San Luis Potosí se realizó el primer Exorcismo Magno en la historia de México. La ceremonia fue presidida por el Arzobispo Emérito de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, y participaron el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jesús Carlos Cabrero, y un reducido grupo de sacerdotes y laicos.
El carácter reservado de la ceremonia, según explicó Mons. Cabrero, buscaba, entre otras cosas, evitar el morbo y las malas interpretaciones sobre el ritual.
¿Pero cómo es que un país entero llega a estar infestado por demonios y es necesario recurrir a un Exorcismo Magno? El P. José Antonio Fortea tiene una clara explicación.
"En la medida en que en un país aumenta desmedidamente el pecado, en esa medida la acción tentadora de los demonios resulta más fácil", indicó.
El sacerdote español advirtió que mientras "que en una nación se realicen más actos de brujería y más satanismo, en esa misma medida van a suceder más hechos extraordinarios provenientes de esos poderes de las tinieblas".