LA HABANA,
El Coordinador Nacional del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Eduardo Cardet, señaló que ante la crisis económica de Venezuela, el régimen de Raúl Castro está usando el acercamiento con Estados Unidos y otros países para acceder a nuevas fuentes de dinero y así poder aferrarse al poder, que ostenta desde hace más de cincuenta años.
Este lunes, el gobierno comunista acordó con el Club de París cifrar la deuda cubana en 15.000 millones de dólares, monto calculado desde que la isla cesó sus pagos en 1986. Esta negociación se inserta en el marco del acercamiento diplomático entre el régimen comunista y Estados Unidos, iniciado en diciembre del año pasado y que también significará el ingreso de capital estadounidense a la isla.
Sin embargo, en declaraciones a ACI Prensa, Cardet señaló que lo que busca Raúl Castro son "otros puntos de agarre, otro flujo de capital de inversión y así poder aferrarse" al poder, sin ceder nada en su política interna.
El líder disidente recordó que en Cuba hay "muy poca información" sobre las conversaciones con Estados Unidos. Sin embargo, "conociendo como conocemos al gobierno –ahora con Raúl Castro en el poder-, con una historia tan larga de represión y abuso, puedo asegurar que mientras exista este régimen, van a continuar los peligros y las amenazas, sobre todo contra la oposición".
En ese sentido, dijo que el régimen comunista usa el acercamiento como "una distracción más" y para beneficiarse del flujo de capital que le puedan brindar otros países. Indicó que las autoridades cubanas han tenido que hacer ajustes para afrontar "el deterioro de esos países que lo han patrocinado como Venezuela". "Están tratando de evitar que exista una caída abrupta de esta ayuda y les pueda suceder como cuando desapareció el campo socialista europeo", explicó.
"Esto no quiere decir que no estemos listos para aprovechar las nuevas oportunidades que surjan en este proceso de acercamiento. De alguna manera es un alivio, al menos psicológico para nuestro pueblo, que haya un acercamiento con Estados Unidos", sin embargo, recordó que "el gran problema" de Cuba "es la existencia y persistencia de una larga dictadura de más de 50 años".