Cada 9 de junio la Iglesia celebra a San José de Anchieta, misionero jesuita que se destacó por la amplitud y versatilidad de su conocimiento; fue lingüista, literato, médico, arquitecto, ingeniero, poeta y humanista.
Poeta, educador y evangelizador
El Padre Anchieta -como todos lo conocían- nació el 19 de marzo de 1534 en San Cristóbal de la Laguna (Tenerife). A los 14 años ingresó al Colegio de Artes, anexo a la Universidad de Coimbra, donde fue uno de los mejores alumnos. Gustaba de la poesía y era capaz de componer versos latinos con extrema facilidad, por lo que se ganó el apelativo del "Canario de Coimbra".
El 1 de mayo de 1551 ingresó a la Compañía de Jesús y comenzó sus estudios de Filosofía. En 1553 partió de Tejo, Lisboa (Portugal), hacia Brasil, donde inició la catequesis con los indios tupis. En la festividad de San Pablo de 1555, Anchieta inauguró la escuela en torno a la cual se fue formando la ciudad que hoy conocemos como “São Paulo” (San Pablo, Brasil).
“Artesano” de la obra de Dios
En 1565 el santo fue enviado a São Vicente de Río de Janeiro, donde colaboró en el diseño y construcción de otro colegio y del primer hospital de la ciudad, que recibió el nombre de “Casa de la Misericordia”. Poco después sería ordenado sacerdote.