CARACAS,
Aduciendo problemas de salud, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, suspendió su viaje a Roma (Italia), donde estaba programada para este domingo una audiencia privada con el Papa Francisco.
"He tenido que suspender el viaje a Roma por una otitis fuerte, los médicos me han prohibido montarme a un avión. Me han obligado a descansar", dijo ayer sábado a través de la televisión venezolana.
"Me da mucha pena, pero bueno por razones de un gripón (gripe) que me ha pegado y una otitis fuerte, los médicos me han prohibido montarme en avión y emprender un viaje de estas características", agregó. Dijo que se buscaría una nueva fecha para el encuentro con Francisco.
Maduro suspendió su viaje el mismo día en que miembros de la oposición comenzaron una vigilia en la iglesia de la Chiquinquirá (Caracas), para pedir al Papa Francisco que intercediera por los presos políticos durante la audiencia con el mandatario venezolano. La exigencia para que Venezuela libere a los presos políticos es respaldada también por expresidentes de unos setenta países pertenecientes al Club de Madrid.
Entre los presos políticos en Venezuela está el dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López; el exalcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos; y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.