VATICANO,
El Papa Francisco no quiere que los más pobres se queden sin visitar la Sábana Santa que descansa en la ciudad de Turín, al norte de Italia, y costeó a 50 sin techo y enfermos de la Diócesis de Roma una peregrinación de varios días con el objetivo de que todos tengan un momento de recogimiento y oración ante esta reliquia de Jesucristo.
La visita a la Sábana tuvo lugar el 4 de junio y fue posible gracias al Limosnero Pontificio, Mons. Konrad Krajewski.
Los mendigos fueron acogidos en el Cotolengo de Turín el 3 de junio, donde llegaron acompañados por el P. Antonio Nicolai, párroco de la iglesia Santa Lucía de Roma, la parroquia donde suelen recibir alimento y asistencia médica cientos de inmigrantes e italianos sin casa.
"El Papa Francisco ha ofrecido este viaje a nuestros hermanos indigentes porque supo de esta peregrinación a través del limosnero, y quiso donar una contribución para que estas personas que viven en la precariedad y que tienen la convicción de que, al igual que el Sudario, representan el rostro sufridor de Señor Jesucristo", explicó el P. Nicolai, en declaraciones al diario italiano Mi-Lorenteggio.
Aquí "hospedamos personas sin casa durante todo el invierno, y acogemos también a estos hermanos para que vivan una experiencia de alegría en comunidad, donde todos los enfermos y huéspedes se sienten acogidos y únicos, con su valor incalculable, según el espíritu de San José Cotolengo, y como enseña el mensaje de amor más grande que podemos contemplar en el Sudario", dijo a Mi-Lorenteggio, la religiosa Sor Josefina Fornoni, del Cotolengo de Turín.
El Sábana Santa es la tela que se cree envolvió el cuerpo de Jesucristo después de su Pasión y Crucifixión.