El Papa ya ha enviado un video mensaje a los habitantes del país, enfatizando el lema de su viaje: "La paz esté con ustedes" o "Mir Vama", en el idioma local.
5. ¿Cuándo fue la última vez que un Papa visitó el país?
San Juan Pablo II visitó Bosnia-Herzegovina en 1997, cuando tenía 76 años. Su visita fue programada para dos años antes, pero tuvo que ser cancelada por motivos de seguridad, debido a que en ese momento aún se producían bombardeos en la zona.
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Precisamente el año pasado, un monumento conmemorativo a la visita de San Juan Pablo II fue levantado en la plaza frente a la Catedral de Sarajevo, "porque desde ese lugar el Papa Juan Pablo II durante su visita a Sarajevo en 1997 saludó, bendijo y envió mensajes de paz a los ciudadanos", informó Sarajevo Times.
Al inicio de su homilía en el aeropuerto de Sarajevo, en 1997, Juan Pablo II expresó su cercanía a todos los que han sufrido en la guerra:
"Quisiera abrazar a todos los habitantes de esta región tan probada y, en particular, a los que han perdido prematuramente algún ser querido, a cuantos llevan en su carne los estigmas que la guerra les ha dejado, y a los que han tenido que abandonar sus casas durante estos largos años de violencia. Que estas personas sepan que tienen un lugar privilegiado en el corazón del Papa. En mis intervenciones para favorecer la paz en este país, me ha guiado la preocupación por garantizar el respeto a todo hombre y a sus derechos, sin distinción de pueblo o religión, interesándome, sobre todo, por los más pobres y necesitados".
En la parte de su discurso donde directamente habló a los líderes del país, dijo:
"¡Nunca más la guerra!, ¡nunca más el odio y la intolerancia! Es lo que nos enseña este siglo, este milenio que ya está a punto de concluir. Con este mensaje me dispongo a comenzar mi visita pastoral. Es necesario sustituir la lógica inhumana de la violencia con la lógica constructiva de la paz. El instinto de venganza debe dar lugar a la fuerza liberadora del perdón, que ponga fin a los nacionalismos exasperados y a las consiguientes controversias étnicas. Como en un mosaico, es indispensable garantizar a cada componente de esta región la salvaguardia de su identidad política, nacional, cultural y religiosa. La diversidad es riqueza, cuando se transforma en complementariedad de esfuerzos al servicio de la paz, para la edificación de una Bosnia-Herzegovina verdaderamente democrática".