MADRID,
"No podemos preparar al sacramento del matrimonio con un cursillo de apenas un fin de semana", expresó el sacerdote español Juan José Calles, al advertir que se debe revisar "seriamente" cómo se está llevando la pastoral para novios, pues el camino al altar debe exigir la misma preparación exhaustiva que tienen otros sacramentos y la misma ordenación sacerdotal.
"Para recibir la Primera Comunión, a los niños les exigimos tres años de catequesis; para recibir la Confirmación otros tres años; para ser Presbíteros, cinco años formándonos en el Seminario… y para este momento más importante, el más importante en la vida de los jóvenes, los despachamos con un fin de semana…¡Tenemos que plantearnos seriamente qué es lo que estamos haciendo!", insistió el P. Calles, delegado diocesano de Familia y Vida de la diócesis de Salamanca (España).
La Diócesis de Salamanca organizó recientemente unas jornadas bajo el lema 'El desafío pastoral de los cursillos prematrimoniales" en donde durante siete días se ha profundizado en el gran reto que supone la transmisión de los principales puntos del sacramento del matrimonio a los jóvenes que se preparan para contraerlo.
En ese sentido, el P. Juan José Calles dijo a la revista diocesana que los cursos de preparación para novios son un "desafío pastoral y también como una ocasión privilegiada de evangelización".
"El objetivo es ofrecer a nuestros jóvenes una preparación suficientemente fundamentada que les ayude a equiparse para su vida y su vocación matrimonial y familiar", apunta y además subraya que esos cursos son un momento en el que la diócesis "se juega mucho".
El sacerdote alertó que se ha perdido la batalla en la pastoral prematrimonial. "Los jóvenes que vienen en general son alejados de la Iglesia y vienen con una fe bastante deficiente. No podemos preparar al sacramento del matrimonio con un cursillo de apenas un fin de semana", subraya.