ROMA,
Najeeb Michaeel, un fraile iraquí, evitó que 800 manuscritos de los siglos XIII al XIX cayeran en manos del Estado Islámico (ISIS) y fueran destruidos por los extremistas musulmanes cuando tomaron la ciudad de Qaraqosh (en el norte de Irak) en agosto del año pasado.
"Era absolutamente necesario que esos manuscritos, conservados en la biblioteca de los dominicos en Mosul y luego en Qaraqosh (dos ciudades en el norte del país), escaparan a la destrucción sistemática del patrimonio cultural no musulmán", declaró el religioso dominico a AFP.
Este conjunto de tesoros históricos incluye textos sobre filosofía, historia, literatura, música y espiritualidad cristiana y musulmana, escritos en árabe, siriaco, armenio y arameo. Todos se destacan por su caligrafía excepcional y sus miniaturas.