ROMA,
En varias ocasiones, el Papa Francisco ha hablado de su intensa devoción por Santa Teresita del Niño Jesús o Santa Teresita de Lisieux, así como su costumbre de pedirle favores que, según su ex secretario de prensa, se han convertido a menudo en pequeños milagros.
Uno de esos milagros sucedió el 7 de agosto de 2010, mientras el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), estaba acompañado por su secretario de prensa, Federico Wals, y se disponía a celebrar una Misa en honor a San Cayetano.
El entonces Cardenal Bergoglio iba a celebrar la Misa en el santuario de Liniers en Buenos Aires, y luego saludaría a una larga fila de peregrinos, como hacía cada año. Sin embargo, ese día se sentía mal.
En una entrevista con el diario boliviano "El Deber", Federico Wals recordó que ese día el Papa "al salir me comentó que ya había pedido a Santa Teresita que le enviara una señal, porque después de la Misa él tenía que caminar las 15 cuadras hasta el santuario" y no se sentía con fuerzas.
"Cuando me contó eso fui muy escéptico y me pregunté ¿una señal?", dijo Wals.
Localizado en las afueras de Buenos Aires, el Santuario de San Cayetano atrae miles de peregrinos cada año en el día de su fiesta.