MADRID,
El Arzobispo de Valladolid (España), Cardenal Ricardo Blázquez, denunció en su carta pastoral que el martirio de los cristianos "ha vuelto a ser, en nuestros días, tan numeroso o más que en los primeros siglos de la Iglesia dentro del Imperio romano".
El Purpurado precisó que esta persecución ha alcanzado a cristianos de diversas confesiones y a fieles de otras religiones, quienes son perseguidos por el "fundamentalismo extremista musulmán, llamado Yihadismo, que debe distinguirse bien del Islam moderado".
"Defendiendo a todos ha levantado el Papa su voz y les ha mostrado su proximidad en la oración, con el afecto, el apoyo social y económico", recordó. En ese sentido, señaló que "la condición de creyentes nos une a todos para exigir respeto a la dignidad humana y a la libertad religiosa".
En su carta, el Cardenal Blázquez recordó que el Concilio Vaticano II "declara que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa. Esta libertad consiste en que todos los hombres deben estar libres de coacción, tanto por parte de las personas particulares como de los grupos sociales y de cualquier poder humano, de modo que en materia religiosa, ni se obligue a nadie a actuar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella, pública o privadamente, solo asociado con otros, dentro de los debidos límites".
Indicó que "la fe en Dios es una respuesta consciente y libre del hombre; sería contradictorio con ella pretender forzar a creer o a no creer. La fe es un sí personal, que nadie puede forzar ni impedir". El Purpurado explicó "que en este punto ha existido a lo largo de la historia una maduración de la conciencia de los hombres y de las condiciones sociales y culturales de la fe".
En ese sentido el Presidente de la Conferencia Episcopal Española apunta que un Estado aconfesional "no es católico ni ateo, pero los ciudadanos serán lo que en conciencia deseen ser". Por eso "el ideal no es la reducción de la fe a la privacidad, sino regularla. Las minorías deben ser respetadas, pero puede haber razones históricas y culturales que hacen que una confesión cristiana o una religión sea mayoritaria, sin imposiciones sino en convivencia respetuosa".