ROMA,
Tras la toma de la histórica ciudad siria de Palmira, los terroristas de ISIS masacraron a 400 personas durante el fin de semana, incluyendo a mujeres, niños y ancianos. Mientras tanto, en Aleppo miles de cristianos huyen y los que quedan se preparan para lo peor.
La televisión siria informó que ISIS masacró a los pobladores por no obedecer al grupo extremista islámico. Entre los muertos hay una docena de funcionarios estatales y una mujer en silla de ruedas, que fue asesinada junto a su familia en el área de pediatría del hospital local.
Al mismo tiempo, los activistas de la oposición difundieron en las redes sociales que cientos de soldados del ejército sirio fueron ejecutados y que hay cientos de cadáveres uniformados en las calles de la ciudad.
A solo 200 kilómetros al norte de Palmira, la situación de los cristianos es dramática. "Recen por Aleppo. Las personas tienen miedo como nunca antes en los últimos años", afirmó la religiosa católica Annie Demerjian.
En declaraciones a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada, la religiosa explicó que "la gente tiene miedo de fuertes enfrentamientos" y "miles de personas ya abandonaron la ciudad, tanto cristianos como musulmanes. Nos estamos preparando para lo peor".