BOGOTÁ,
Un dramático desborde de la quebrada La Liboriana en el departamento de Antioquia (Colombia) la madrugada de ayer ha causado 78 muertes y más de 700 damnificados.
En un comunicado difundido en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia, el Obispo de Jericó, Mons. Noel Antonio Londoño Buitrago, expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas y los damnificados del desastre natural.
El Obispo colombiano expresó "nuestro saludo de solidaridad, queremos decirles que seguiremos ahí constantemente acompañándolos, que la Iglesia buscará la solidaridad de la comunidad en las parroquias para apoyar a las familias que lo perdieron todo".
Mons. Noel Antonio Londoño Buitrago visitó la zona del desastre natural y aseguró que desde el primer instante la Iglesia ha estado presente para ayudar ante la tragedia.
La cercanía de la Iglesia para con los damnificados, indicó, se ha manifestado "a través de los párrocos". La capilla local ha servido como albergue para quienes perdieron sus hogares, y la Diócesis de Jericó abrirá una cuenta bancaria para recoger donaciones.