VATICANO,
Este domingo, el Papa Francisco presidió el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, luego de la canonización de cuatro religiosas, y pidió "rezar por el querido pueblo de Burundi, que está viviendo un momento delicado. El Señor ayude a todos a huir de la violencia y a actuar de manera responsable por el bien del país".
El Pontífice se refirió así al intento de golpe de estado perpetrado recientemente en el país africano. El 13 de mayo, y debido a la crisis política que afecta a Burundi por las intenciones del presidente Pierre Nkurunziza de perpetuarse en el poder, estalló la tensión.
El ex líder del Estado Mayor, el general Godefroid Niyombare, declaró a través de la cadena de radio privada Isanganiro, la destitución del presidente y la creación de un gobierno de transición, aprovechando que se encontraba fuera del país. Luego ordenó el cierre del aeropuerto y de las fronteras para impedir la entrada al país de Nkurunziza.
El Papa también saludó a los peregrinos llegados hasta Roma para las canonizaciones, en especial los provenientes de "Palestina, Francia, Italia, Israel y Jordania", así como "a los hijos espirituales de las cuatro santas".
"Que por su intercesión, el Señor conceda un nuevo impulso misionero a los respectivos países de origen. Inspirándose en su ejemplo de misericordia, de caridad y de reconciliación, que los cristianos de estas tierras miren con esperanza al futuro, prosiguiendo en el camino de la solidaridad y de la convivencia fraterna".
El Pontífice recordó también que el viernes "fue proclamado beato en Venecia el sacerdote Luigi Caburlotto, párroco, educador y fundador de las Hijas de San José".