VATICANO,
Una comunidad sin la alegría que da Jesús puede ser divertida, pero "enferma de mundanidad", advirtió el Papa Francisco durante la Misa en la Casa Santa Marta, donde explicó que la alegría cristiana es un don y no una diversión pasajera; y llamó a los fieles a pedir "la gracia del coraje" para que el miedo no los paralice y les impida llevar el mensaje del Señor.
"También una comunidad sin alegría es una comunidad enferma", señaló el Papa. Indicó que tal vez sea una "comunidad divertida", pero "enferma de mundanidad. Porque no tiene la alegría de Jesucristo". De modo que "cuando la Iglesia es miedosa y cuando la Iglesia no recibe la alegría del Espíritu Santo, la Iglesia se enferma, las comunidades se enferman, los fieles se enferman".
Asimismo, advirtió que "un cristiano sin alegría no es cristiano. Un cristiano que continuamente vive en la tristeza, no es cristiano. Y a un cristiano que en el momento de las pruebas, de las enfermedades o de tantas dificultades, pierde la paz, le falta algo".
El Santo Padre resaltó que "la alegría cristiana no es una simple diversión, no es una alegría pasajera; la alegría cristiana es un don, es un don del Espíritu Santo. Es tener el corazón siempre alegre porque el Señor ha vencido, el Señor reina, el Señor está a la derecha del Padre, el Señor me ha mirado y me ha enviado, y me ha dado su gracia y me ha hecho hijo del Padre… Esa es la alegría cristiana. Un cristiano vive en la alegría".
El Papa explicó que en las lecturas de la liturgia de este día hay dos palabras fundamentales: "miedo" y "alegría". Sobre la primera destacó que es "una actitud que hace mal" puesto que "nos debilita", nos "achica" y también nos "paraliza". Por eso, alguien que tiene miedo "no hace nada, no sabe qué hacer". "El miedo te lleva a un egocentrismo egoísta y te paraliza". Por eso, "un cristiano temeroso es una persona que no ha entendido cuál es el mensaje de Jesús".
"Por esto Jesús dice a Pablo: 'No tengas miedo. Sigue hablando'. El miedo no es una actitud cristiana. Es la actitud –podemos decir– de un alma encarcelada, sin libertad, que no tiene la libertad de mirar hacia adelante, de crear algo, de hacer el bien… no, siempre: 'No, pero está este peligro, está aquel otro, aquel otro…'. Y esto es un vicio. Y el miedo hace mal".