VATICANO,
El Papa Francisco presidió esta tarde en la Basílica de San Pedro la Misa inaugural de la asamblea de Cáritas Internacional que se realizará hasta el 17 de mayo. En su homilía resaltó que sin el amor de Cristo el servicio de este importante organismo de la Iglesia, así como sus estrategias y planificaciones se quedan vacías.
El Santo Padre dijo que "quien vive la misión de Cáritas no es un simple agente, sino un testigo de Cristo. Una persona que busca a Cristo y se deja buscar por Cristo; una persona que ama con el espíritu de Cristo, el espíritu de la gratuidad, el espíritu de la entrega".
"Todas nuestras estrategias y planificaciones se quedan vacías si no llevamos en nosotros este amor. No nuestro amor, sino el Suyo. O mejor dicho, el nuestro purificado y fortalecido por el Suyo.
"De hecho –prosiguió el Papa– la raíz de todo su servicio (de Cáritas) está presente en la acogida, sencilla y obediente, de Dios y del prójimo. Esta es la raíz. Si se quita esta raíz, Cáritas muere".
"Y esta acogida se cumple personalmente en ustedes, para que después vayan por el mundo, y lo sirvan en el nombre de Cristo a quien han encontrado y que encuentran en cada hermano y hermana a los cuales están cerca; y así se evita el hecho de limitarse a ser una simple organización humanitaria".
El Santo Padre dijo también que "el Evangelio, cuando se anuncia y se cree en él, impulsa a lavar los pies y las llagas de los que sufren y a preparar para ellos la mesa. Simplicidad de gestos, donde la acogida de la Palabra y del sacramento del Bautismo se acompaña de la acogida del hermano, casi como si se tratara de un gesto único: acoger a Dios y acoger al otro; acoger al otro con la gracia de Dios; acoger a Dios y manifestarlo en el servicio al hermano".