ROMA,
Más de 40 mil personas desfilaron ayer por las calles de Roma en la quinta edición de la Marcha por la Vida, un evento que quiere darle voz a los que no tienen voz y denunciar las amenazas del aborto y la eutanasia en Italia y el mundo.
Entre los miles de participantes estuvo Mary Rathke, una prueba viviente de que aquellos que fueron concebidos por violación merecen la vida y no el aborto. "Muchas personas utilizan el motivo de violación para aceptar abortos", dijo a ACI Prensa.
"Dicen que es el hijo del violador, el hijo de un monstruo y que nadie lo querría", continuó Mary, quien fue concebida a causa de una violación que sufrió su madre cuando regresaba a su casa desde el trabajo en Michigan, Estados Unidos.
"Yo no soy la hija de un monstruo. No soy la hija del violador. ¡Yo soy hija de mi madre, hija del Altísimo y hecha a Su imagen!", exclamó.
Adoptada a los cinco años cuando su madre, que sufre de esquizofrenia, no pudo continuar cuidando de ella, Mary recientemente se convirtió a la fe y ahora es una defensora de los indigentes.
Mary supo cómo fue concebida hace apenas tres años, cuando el esposo de su madre falleció y le contó sobre el hecho del cual él también había guardado silencio.