VATICANO,
El Papa Francisco recibió este lunes a los 32 nuevos reclutas de la Guardia Suiza en la Sala Clementina y los exhortó a ser auténticos soldados de Cristo y colaboradores de la construcción de su Reino, llevando siempre a la mano las dos armas del cristiano: El Santo Rosario y el Evangelio.
"Con ocasión de su juramento tengo el gusto de encontrarles, a ustedes Guardias y a sus familiares, para hacer crecer una amistad que es significativa, porque desarrolla su servicio tan cercano a mí", comenzó diciendo Francisco.
"Es una amistad particular porque se basa en el amor de Cristo: ese amor 'más grande' que Él ha vivido y que ha donado a sus discípulos: 'Nadie tiene mayor amor más grande que el de dar la vida por sus amigos'".
"En la historia de la Iglesia –continuó- muchos hombres y mujeres han hecho suya la llamada de este gran amor. Los Guardias Suizos que han combatido durante 'el saqueo de Roma' y que han dado sus vidas por la defensa del Papa han seguido esta llamada. Y responder con decisión a esta llamada significa seguir a Cristo".
Francisco se refirió al saqueo de Roma del 6 de mayo de 1527 por tropas alemanas y españolas durante el conflicto entre el Sacro Imperio Romano Germánico y una alianza de Francia, Milán, Venecia, Florencia y los Estados Pontificios.