VATICANO,
El Papa Francisco acudió este sábado por la mañana al Pontificio Colegio Norteamericano para celebrar una Misa en memoria de Fray Junípero Serra, a quien canonizará el próximo 23 de septiembre en Washington DC durante su visita de los Estados Unidos. La celebración se enmarcó en la celebración de la jornada “Fray Junípero Serra, apóstol de California, testimonio de Santidad”.
En su homilía, el Pontífice señaló que “su obra de evangelización nos trae a la memoria los primeros ‘12 apóstoles franciscanos’ que fueron los pioneros de la fe cristiana en México. Él fue protagonista de una nueva primavera evangelizadora en aquellas extensas tierras que, desde hacía doscientos años, habían sido alcanzadas por los misioneros provenientes de España, desde Florida hasta California. Mucho tiempo antes que llegasen los peregrinos del Mayflower al litoral atlántico norte”.
Francisco afirmó que "la vida y el ejemplo de Fray Junípero ponen de relieve tres aspectos: su impulso misionero, su devoción mariana y su testimonio de santidad".
Habló de cómo anunció de manera incansable el Evangelio, lo que se debió “sin duda” a “la pasión por anunciar el Evangelio ad gentes, o sea el ímpetu del corazón que quiere compartir con los más lejanos el don del encuentro con Cristo: el don que él mismo había recibido primero y que había experimentado en su plenitud de verdad y de belleza. Como Pablo y Bernabé, como los discípulos en Antioquía y en toda Judea, él fue colmado de alegría y de Espíritu Santo en el difundir la palabra del Señor”.
Se trata de un ejemplo “que nos reta a nosotros” porque “estos discípulos misioneros, que han encontrado a Jesús, Hijo de Dios, que a través de él han conocido al Padre misericordioso y, movidos por la gracia del Espíritu Santo, se han proyectado hacia todas las periferias geográficas, sociales y existenciales, para dar testimonio a la caridad, ¡nos desafían!”.
“Me pregunto, si hoy somos capaces de responder con la misma generosidad y con el mismo coraje a la llamada de Dios, que nos invita a dejarlo todo para adorarlo, para seguirlo, para encontrarlo en el rostro de los pobres, para anunciarlo a aquellos que no han conocido a Cristo, y por esto, no se sienten abrazados por su misericordia. El testimonio de Fray Junípero nos llama a dejarnos implicar”.