BUENOS AIRES,
El Obispo de Mar del Plata (Argentina), Mons. Antonio Marino, elevó una plegaria por todos los trabajadores y también por quienes sufren la falta de trabajo, al presidir una oración en la cripta de la Catedral local, ayer en la víspera del Día del Trabajador.
El Prelado pidió a Dios que "nunca nos habituemos a justificar esta dura realidad, que todavía muchos hogares y personas padecen" y recordó que "Mar del Plata ha figurado entre las ciudades con índice más alto de desocupación".
"Nosotros hoy, en este contexto, nos reunimos para comprometernos otra vez, delante de Dios, con el trabajo y comprometernos a seguir trabajando para construir en este aspecto tan importante de nuestras vidas y de la realidad la patria que hoy, especialmente en un año electoral, nos reclama unidad, diálogo y trabajo en comunión", subrayó.
El Obispo sostuvo que "el trabajo no es el sentido último de la vida humana. El trabajo es esencial, necesario, insustituible, pero es Dios, no el trabajo, la fuente de la vida y el fin del hombre. Por eso, encontramos en la Palabra de Dios afirmaciones como éstas: 'Mejor es poco con temor del Señor, que gran tesoro con inquietud' o 'Más vale poco con justicia que abundantes ganancias con injusticia'".
Asimismo, enumeró algunas afirmaciones básicas que el Papa Francisco formuló en su "valiosa" exhortación Evangelii Gaudium: "el tiempo es superior al espacio. La unidad prevalece sobre el conflicto. La realidad es más importante que la idea. El todo es superior a la parte".
Referentes sindicales de la CGT (Conferencia General del Trabajo) regional y de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), además de autoridades municipales y representantes políticos, participaron de la oración por el trabajo en la ciudad y para pedir por todas aquellas personas que no lo tienen.