SANTIAGO,
Todavía era muy joven cuando supo que estaba embarazada de su novio. Desde el primer momento él la apoyó y le dijo que juntos se harían cargo del niño y saldrían adelante. Sin embargo, Patricia Sandoval, asustada por su futuro y mal aconsejada por unas amigas, decidió abortar.
Luego vino el segundo y después el tercer hijo abortado. Al poco tiempo, esta mexicana comenzó a trabajar en la transnacional abortista Planned Parenthood donde ayudaba a otras jóvenes a abortar. Allí descubrió las mentiras y el negocio que estaba detrás.
Sin embargo, no fue hasta que producto de las drogas y las malas influencias, tocó fondo y entonces la misericordia de Dios permitió que ella tuviera un encuentro con Cristo, que le hizo levantarse y renacer en la fe.
Patricia se convirtió al catolicismo en 2002 luego de que había quedado sola viviendo en la calle durante tres años, abandonada por su novio y supuestos amigos, en extrema delgadez, desesperada sentada en una banca, sin nada que comer, se dio cuenta que no tenía nada y comenzó a llorar.
En entrevista concedida a ACI Prensa en Santiago de Chile, Sandoval dijo que en ese momento "por primera vez en mi corazón sentí muy fuerte la presencia de Dios en el Cielo que me miraba y estaba conmigo. Volteé la cara arriba hacia el Cielo, miraba las nubes y le dije a Dios Padre: No tengo nada, no te conozco pero sé que existes y en este momento eres lo único que tengo. Te quiero agradecer mi niñez y lo feliz que era y sé que todo lo bueno que tenía venía de ti. Perdón por destruir mi vida".
En la calle y sola sintió un abrazo y cuando volteó para ver quien la abrazaba, miró a una jovencita que "con amor, misericordia y una sonrisa brillante me miró y me dijo: Jesús te ama. Soy mesera en ese restaurante de la esquina. Dios me habló al corazón y me dijo que te dijera que Él te ama. Aunque tu padre o tu madre te abandonen, Él nunca te va a abandonar y Él te promete estar contigo hasta los finales de los tiempos".