VATICANO,
El Aula Pablo VI del Vaticano estuvo este jueves a pleno rendimiento. Si por la mañana albergó a miles de miembros de la Comunidad de Vida Cristiana de Italia, por la tarde recibió a otros tantos del Movimiento Cursillos de Cristiandad de Europa, muchos de los cuales llegaron desde España.
Durante su intervención el Papa Francisco, como es habitual al recibir a realidades eclesiales, les sugirió una serie de recomendaciones "para su crecimiento espiritual y su misión en la Iglesia y en el mundo".
"Están llamados a que fructifiquen el carisma que el Señor les ha confiado y que es el origen de Cursillos de Cristiandad, en cuyo grupo de iniciadores destacaron Eduardo Bonnín Aguiló y el entonces Obispo de Mallorca, Juan Hervas y Benet, que supieron acompañar el crecimiento del Movimiento con paternal solicitud".
Afirmó que ellos fueron "auténticos misioneros" porque "no dudaron en tomar la iniciativa y con valentía se acercaron a la gente, involucrándolos con simpatía y acompañándolos en el camino de fe con respeto y amor".
En ese sentido, invitó a los miembros de los Cursillos a mostrar el Evangelio, "haciéndose cercanos a los amigos, a los conocidos, a los compañeros de estudio y de trabajo para que también ellos puedan vivir una experiencia personal del amor infinito de Cristo que libera y transforma la vida". "¡Qué necesario es salir, sin cansarse nunca, para encontrar a los alejados!", exclamó.
Pero también "para ayudar a los otros a crecer en la fe, cumpliendo un recorrido de cercanía al Señor, se debe experimentar primero en primera persona la bondad y la ternura de Dios".