MADRID,
Serge Abad-Gallardo fue miembro de la masonería durante más de 25 años, llegó a ser maestro grado 14. Tras una peregrinación a Lourdes todo cambió e inició su proceso de conversión que lo llevó luego a escribir un libro. En entrevista con ACI Prensa explica además la relación que existe entre el demonio y la organización.
"Me fui de la masonería y pensé que tenía que escribirlo primero para entenderme a mí mismo y después para contarlo a la gente. Cada uno es libre de hacer lo que quiera pero en la masonería no se habla francamente", asegura el autor del libro "Por qué dejé de ser masón".
"Con mi libro quiero demostrar que el catolicismo y la masonería no pueden ir juntos", subraya.
Serge es arquitecto y entró en la logia masónica por un amigo, intentando encontrar en ella las respuestas a las preguntas más profundas del hombre. "Yo no pensaba dejar la masonería. Tuve algunos problemas serios en mi vida y me preguntaba qué respuesta podía darme la masonería a ellos y no encontré ninguna. Sin embargo en el camino con Cristo sí las he encontrado", precisa.
Abad-Gallardo cuenta que el camino para dejar la masonería fue difícil: "durante un año o año y medio estuve convencido de que había encontrado la fe y no sabía si tenía que quedarme en la masonería, ése podía ser mi sitio en donde hablarles a los masones del Evangelio. Pero hablando con un sacerdote me hizo entender de que nada serviría hablarles si ellos no estaban dispuesto a escuchar".
Ante los repetidos comentarios anticlericales de varios altos grados de la logia, Serge no podía callarse y defendía a la Iglesia. Pero además de las críticas a la Iglesia y al Papa descubrió que en el ritual del inicio del año masónico "se le daba gloria a Lucifer". "Ellos no dicen que se trata del diablo, sino que toman la etimología de la palabra y dicen que es 'el portador de luz'", explica a ACI Prensa.