VATICANO,
El Papa Francisco presidió la Misa de la mañana en la capilla de la Casa Santa Marta del Vaticano y habló sobre cómo el hombre, el cristiano, está inmerso en una historia de pecado y de gracia. Pero también alertó sobre la tentación de querer ser servido y no servir, de querer usar a los demás en beneficio propio.
Francisco aseguró que ser cristiano no es ""maquillarse un poco el alma" para que se vea más bonita.
En su homilía el Santo Padre recordó que los primeros discípulos "no anunciaban un Jesús sin historia: anunciaban a Jesús en la historia del pueblo, un pueblo que Dios ha hecho caminar desde hace siglos" para llegar "a la plenitud de los tiempos".
El cristiano "es hombre y mujer de historia, porque no pertenece a sí mismo, forma parte de un pueblo, un pueblo que camina".
El Papa alertó que "no se puede pensar en un egoísmo cristiano". "El cristiano no es un hombre, una mujer espiritual de laboratorio" sino que "es un hombre, es una mujer espiritual dentro de un pueblo, que tiene una historia larga y continua de caminar hasta que el Señor regrese".
Francisco reflexionó además sobre la gracia y el pecado y afirmó: "Cuántos pecadores, cuántos crímenes. También hoy San Pablo menciona al Rey David, santo, pero antes de ser santo fue un gran pecador".