ROMA,
¿Por qué compartir con un sacerdote nuestras tribulaciones y pecados?, es la pregunta que suelen hacer agnósticos y demás personas lejanas a la Iglesia, y a la cual responde el libro "Me dejé seducir. Por qué confesarse" del sacerdote panameño Ricardo Reyes.
"Mi experiencia de fe es que a más pecados, Dios da respuestas con más misericordia, y cuando uno se siente amado con sus pecados, entonces encuentra algo que no es humano. Los invitaría a dejarse maravillar por un amor que nos ama en todas nuestras debilidades. Dios ha dado toda su vida por nuestros pecados, por lo que somos y como somos", afirmó el autor de libro, presentado recientemente en el Teatro Parioli de Roma (Italia). La obra nace del deseo de explicar el valor del perdón y de la gran necesidad que todos tenemos de sentirnos amados por Dios.
Así, a través de un diálogo entre un agnóstico y un sacerdote que atraviesa una crisis existencial, el texto expone la importancia y la necesidad del sacramento de la Reconciliación y las razones para acercarse al confesionario.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Reyes explicó que la mayor dificultad para que las personas se acerquen a este sacramento es que "no se conoce suficiente cómo pasa la gracia a través de él".
"Lo primero que le diría a una persona extraña al sacramento es que para mí es motivo de consolación cada día, y así como nosotros necesitamos consolaciones externas, también necesitamos consolaciones en el espíritu, y si no experimentamos eso que nos consuela por dentro, o algo más grande que pueda llenar ese vacío, al final siempre vivimos con el ansia de llenarnos por cosas materiales que al final nunca nos bastan", señaló.