NEPAL,
El escenario que se vive en Nepal y pueblos limítrofes es desolador. Casas destruidas, miles de muertos, heridos y familias que lo han perdido todo. En ese complicado contexto, la diversas organizaciones de la Iglesia Católica, con Cáritas a la cabeza, está dando una impresionante respuesta solidaria.
Los católicos de Nepal son una minoría dentro de la pequeña porción de cristianos que hay en el país. De una población de casi 30 millones de habitantes, los cristianos no representan más del 1 por ciento. Pero esto no es motivo para no salir en ayuda de los necesitados, sin importar el credo o la religión, y a pesar de las dificultades.
El Superior Regional de los Jesuitas de Nepal, P. Borniface Tigga, informó que los miembros de su orden, de otras comunidades religiosas y del mismo Vicariato no han sufrido pérdida de vidas o lesiones graves. Sin embargo, las infraestructuras de algunas instituciones religiosas han sido dañadas.
"Las comunidades locales y todos aquellos que no se han visto afectados por el terremoto están involucrados en las operaciones de rescate. Los jesuitas de Nepal han respondido de inmediato a esta terrible tragedia", detalló el P. Tigga.
"El Colegio de San Francisco Javier ha llegado a dos aldeas remotas en el distrito de Dhading con lonas para crear refugios y alimentos básicos. Además se está distribuyendo material en el distrito de Kavre. Muchas carreteras están cortadas por lo que es difícil llegar a muchos lugares", resaltó.
Los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora están presentes en Nepal desde hace varios años y ambos tienen obras en Katmandú, ciudad capital y una de las zonas más afectadas por el sismo.