MADRID,
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ha aprobado el documento ‘Iglesia servidora de los pobres’ en el que se aplica la Doctrina social de la Iglesia a la situación que afronta actualmente España.
El documento fue presentado por Mons. Juan José Omella, Obispo de Calahorra y La Calzada –Logroño y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y el portavoz de la CEE, el P. José María Gil Tamayo.
Según apunta el documento con él se pretende compartir la preocupación de los Obispos “ante el sufrimiento generado por la grave crisis económica, social y moral que afecta a la sociedad española y su esperanza por el testimonio de tantos miembros de la Iglesia que han ofrecido lo mejor de sus vidas para atender a quienes más sufrían las consecuencias de la crisis”.
Mons. Omella destacó que “algunos datos nos dicen que la crisis se está superando pero hasta que no sea efectivo en la vida de los más necesitados no nos pararemos. Las desigualdades sociales se han ido acrecentado y nos duele el paro de los jóvenes y de los mayores de 50 años, la situación de los inmigrantes. También nos preocupa la corrupción que provoca alarma social y preocupación entre los ciudadanos y el empobrecimiento espiritual como resultado de la indiferencia religiosa y olvido de Dios”.
Sobre la corrupción en España, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social aseguró que “está en el sentir de todos los españoles, nos duele a todos y nos hace sufrir ver todos los casos de corrupción que se están dando en todas partes. Ojalá que pudiéramos atajarlo lo antes posible”, “es muy grave y que es parte del sistema político imponer la transparencia y la honradez dentro del servidor de la sociedad y también del servidor de la Iglesia.
De esta manera también han apuntado en ‘Iglesia servidora de los pobres’ que “las propuestas de mejora de la crisis están basadas solo en el crecimiento económico”, mientras que según afirmó Mons. Omella lo que se necesita es una “recuperación moral y ética de la sociedad”.