Durante la homilía el Cardenal Sistach ha afirmado que "llevamos en nuestro corazón de una manera muy especial a vuestros familiares" y que "todos llevamos vuestro dolor y plegarias en nuestro corazón".
También ha apuntado que "tenemos que tener coraje para vivir para el Señor y para los hermanos, esperando encontrarnos un día con nuestros seres queridos en la Jerusalén celestial", "misericordia es el acto supremo con el que Dios viene a nuestro encuentro".
El funeral se ha celebrado luego de los cuestionamientos de algunos sectores sobre si hacer o no un funeral católico, a lo que el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, P. José María Gil Tamayo, declaró que el Arzobispo de Barcelona, se reunió tanto con los representantes de la Administración central, como del Gobierno autonómico de Cataluña a los que manifestó que la gran mayoría de las víctimas españolas profesaban la fe católica.
De esta manera, el P. Gil Tamayo también ha explicado que "los católicos tenemos la celebración de la Eucaristía en sufragio por nuestros difuntos", y ha precisado que se trata "del acto de oración más importante de sufragio para un católico. Es lo más grande y lo mejor que podemos hacer desde la fe".
También ha informado que al término del funeral "intervendrán ministros de otras religiones. Hay que destacar esa conjunción de oración para que el Señor acoja en su seno a los difuntos y al mismo tiempo pedir que ese sentimiento de paz que nace de compartir la fe en Dios llegue a todos y evite esos sucesos como los que han sufrido en esas víctimas".
El Arzobispo de Barcelona, los Reyes de España, Felipe y Letizia, junto con el presidente del Gobierno Mariano Rajoy y el presidente de la Generalitat de Catalunya Artur Mas, junto con los representantes de las comunidades evangélica, musulmana y judía han dado el pésame a los cerca de 600 familiares de las 52 víctimas de nacionalidad española presentes en la basílica de la Sagrada Familia.