ROMA,
"Si tengo que morir porque Dios lo quiere, eso es lo mejor que me puede pasar", afirmó una adolescente cristiana de 16 años en Alepo (Siria), consciente de que los bombardeos de los grupos rebeldes musulmanes contra los barrios cristianos pueden arrebatarle la vida, tal como ha sucedido con muchas personas en los últimos días.
La joven dijo estas palabras luego de la Misa celebrada el 17 de abril en el barrio de Suleimaniyah, habitado mayormente por cristianos y que durante esos días –junto a otras zonas cristianas-, sufrió fuertes ataques por parte de los grupos islámicos que se disputan la ciudad con las fuerzas del gobierno de Bashar al-Assad.
En comunicación con ACI Prensa, la Madre María de Nazaret relató desde Alepo que los bombardeos han dejado cientos de heridos y muchos muertos, con "familias que han perdido tres o cuatro miembros al mismo tiempo como consecuencias de los ataques" y "niños llorando por sus madres que yacen muertas debajo de los escombros".
Incluso las personas relataban cómo durante una madrugada vieron caer unos 30 misiles en Suleimaniyah. "La gente toma fuerzas de su fe para afrontar tantas dificultades y tanto dolor. No obstante el miedo, acude a las iglesias a rezar", indicó la religiosa.
Aleppo (Siria), la drammatica testimonianza di una Suora: La nostra Pasqua trasformata in un… http://t.co/Dxd3MPgmlP pic.twitter.com/rKMtxoNcFY
- Domenico Mazzilli (@DomenicoMazzil5) abril 13, 2015