VATICANO,
El Papa Francisco envió un mensaje al Patriarca ortodoxo de Etiopía, Abuna Matthias, para expresar su dolor por el asesinato de 30 cristianos coptos en Libia a manos del Estado Islámico (ISIS) y cuya sangre grita para ser escuchada, especialmente por "quienes tienen en sus manos los destinos de sus pueblos".
"Con gran consternación y dolor recibí la noticia de la violencia perpetrada contra inocentes cristianos en Libia. Sé que Su Santidad sufre profundamente por las atrocidades de las cuales son víctimas sus amados fieles, muertos solo por el hecho de ser seguidores de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo", expresó el Santo Padre.
En ese sentido, Francisco manifestó al líder ortodoxo su más sentida solidaridad y "cercanía en la oración ante el continuo martirio que viene siendo infligido de modo cruel contra los cristianos en África, Medio Oriente y en otras regiones de Asia".
"No hace ninguna diferencia que las víctimas sean católicos, coptos, ortodoxos o protestantes. ¡Su sangre es la misma en la confesión de Cristo! La sangre de nuestros hermanos y hermanas cristianos es un testimonio que grita para hacerse sentir por todos aquellos que saben todavía distinguir entre el bien y el mal. Y este clamor debe ser escuchado sobre todo por quienes tienen en sus manos los destinos de sus pueblos", señaló el Pontífice.
El Santo Padre recordó que los cristianos celebran todavía la Pascua. "En este periodo estamos llenos de la alegría pascual de aquellos discípulos a quienes las mujeres proclamaron el anuncio de que 'Cristo resucitó de la muerte'. Este año nuestra alegría, que no falla, está ofuscada por el dolor. Sin embargo, sabemos que la vida que vivimos en el amor misericordioso de Dios es más fuerte que el sufrimiento que prueban todos los cristianos, un sufrimiento que junta hombres y mujeres de buena voluntad en todas las tradiciones religiosas", expresó.