MADRID,
Mons. Bashar Matti Warda es el Obispo de Erbil (Irak) una de las diócesis más atacadas y que más refugiados cristianos ha acogido en los últimos años debido a la persecución del Estado Islámico, que él califica como "un cáncer".
Según explicó Mons. Bashar Matti Warda en una entrevista concedida a ACI Prensa en el marco del congreso "Todos Somos Nazarenos" realizado en Madrid entre el 17 y 19 de abril, "la mentalidad fanática del ISIS no es un fenómeno nuevo, siempre ha existido solo que ahora ha aumentado por el caos que vive se vive en el país".
Además destacó que el Estado Islámico no es un fenómeno que afecta solo a Oriente Medio, sino que se trata de "un fenómeno global, porque hay ciudadanos europeos y americanos que están en sus filas".
Algo que le lleva a pensar sobre el problema de la educación, que según precisa es uno de los factores que ha llevado a Irak a vivir la desestructuración actual.
"En 2004 mi parroquia fue la primera en la que se le puso un coche bomba. La gente me preguntaba qué podíamos hacer, algunos proponían hacer un muro de cemento. Pero les dije que no, que lo que teníamos que hacer era construir un colegio y así lo hicimos. Ahora a esa escuela que está dentro del recinto de la iglesia vienen los chicos del barrio y el 90 por ciento de los estudiantes son musulmanes", señaló.
El Prelado indicó que en la escuela "los educamos en los valores de aceptar al otro, del respeto, del amor y de la apertura de mente. Eso es lo que les falta y lo que los cristianos y especialmente lo católicos podemos aportar".