MADRID,
Marsha y Carl Mueller son los padres de Kayla, una joven activista americana de 26 años que trabajaba entre Siria y Turquía cuando fue secuestrada por fuerzas del Estado Islámico en agosto de 2013. Hace tan sólo dos meses, el 10 de febrero de 2015, sus padres recibieron un mail con tres fotos de su cadáver, vestido con un yijab negro, que confirmaba la muerte de su hija.
A pesar del dolor que los Mueller tienen en el corazón han decidido participar en el congreso 'Todos somos nazarenos' en Madrid para contar su experiencia de fortaleza y dolor durante el secuestro de su hija y cómo su fe les ha ayudado a no derrumbarse a pesar de las tremendas dificultades.
Su madre, Marsha, aún se emociona cuando la recuerda. Se le saltan las lágrimas porque vuelve a revivir el año y medio de angustia y desconcierto al no saber dónde estaba su hija, ni en qué condiciones la tenían retenida.
"En mayo de 2013 pasó unos días en casa, esto fue tan sólo dos meses antes de que la secuestraran. Yo hablé con ella seriamente, le dije que aquella no era su guerra y que no tenía que morir por ella. La mañana antes de que volara a Siria Kayla me dio un pequeño regalo, era un trozo de barro en el que había marcado su mano y me dijo: 'Mamá, llévame siempre de la mano'. Siempre utilizó lo que estuvo a su alcance para aliviar el dolor de otros y hacer el bien", explica a ACI Prensa Marsha.
Según recuerda su padre, la escritura era una de las pasiones de Kayla, quien solía escribir largas cartas a sus padres y en las que se reflejaba el espíritu profundamente generoso y altruista de su hija. En una ocasión le dijo: "He encontrado a Dios en el reflejo de los ojos de los que sufren, así es como Le buscaré toda la vida".
Durante su secuestro, algunos de los rehenes con los que compartía celda fueron liberados. Una de ellas pudo sacar escondida una carta que Kayla había escrito para sus padres en la que hablaba de que durante su secuestro había sido tratada con respeto. "Vuestro recuerdo hace que rompa a llorar. Si puedo decir que he sufrido durante todo este tiempo ha sido por el pensamiento de lo mucho que deberíais estar sufriendo vosotros", apuntaba.