VATICANO,
La Asociación Católica Internacional de Servicios para la Juventud Femenina fue recibida la mañana de hoy en audiencia por el Papa Francisco, con ocasión de su Asamblea General.
El Santo Padre les agradeció su trabajo a favor de los jóvenes "que viven en situación de precariedad y de sufrimiento". Y, además, les pidió hacer la "revolución de la ternura" con los más necesitados.
Para el Obispo de Roma, que cada vez sean más y diferentes las formas de pobreza existentes "nos interpela y debe suscitar una nueva creatividad, para ofrecer el apoyo espiritual y material del que tienen necesidad". "Es una verdadera felicidad servir a los otros, como Jesús", les dijo.
El Papa les pidió reflexionar sobre los nuevos desafíos de, por ejemplo, el fenómeno migratorio y les recordó que los jóvenes a los que ayudan "primero tienen necesidad de atención y de escucha".
"Ese tan humano y tan divino 'apostolado del oído' cansa, es fatigoso, ¡pero hace mucho bien!", exclamó.
"Así les pueden ayudar a crecer en la fidelidad, a encontrar puntos de referencia y a progresar en la maduración humana y espiritual, nutrida de los valores evangélicos. Pueden ser también -añadió- testimonios creíbles para ellos, para que tengan la experiencia de la alegría de saberse amados por Dios, su Padre, y llamados a la felicidad".