BOSTON,
Martin Richard tenía solo 8 años y ya había hecho su Primera Comunión. Este niño católico fue la víctima más joven del atentado contra la Maratón de Boston en abril de 2013. Dos años después, sus padres Bill y Denise pidieron a las autoridades que no consideren la pena de muerte para el culpable.
En un artículo publicado este viernes en la primera plana del diario Boston Globe, Bill y Denise señalaron que condenar a muerte a Dzhokhar Tsarnaev, declarado culpable de estos hechos, "podría generar años de apelaciones y extender el día más doloroso de nuestra vida".
"Estamos a favor y apoyamos que el Departamento de Justicia descarte la posibilidad de condenarlo a muerte, a cambio de que el acusado pase el resto de su vida en la cárcel sin derecho a libertad condicional y que renuncie a su derecho a la apelación".
Sobre Jane, su otra hija que perdió una pierna en el atentado, los padres comentan que "comprendemos muy bien la crueldad y la brutalidad de los delitos cometidos. Estábamos allí. Lo vivimos. El acusado asesinó a nuestro hijo de ocho años, dañó gravemente a nuestra hija de siete años y nos robó una parte del alma".
"Sabemos que el gobierno tiene sus razones para pedir la pena de muerte, pero seguir buscando ese castigo podría generar años de apelaciones y prolongar el día más doloroso de nuestra vida", dijeron los Richard, conocidos por su fe católica.