REDACCION CENTRAL,
Cada 17 de abril se conmemora a la Beata Mariana de Jesús, mística mercedaria y copatrona de Madrid (España).
Su vida estuvo inicialmente marcada por la incomprensión y la hostilidad de su familia, aunque también por los abundantes consuelos que Dios y la Virgen le alcanzaron. Suele decirse que al cumplir los 33 años, el mismo Jesús la ciñó con una corona espiritual de espinas, queriéndola hacer partícipe de su Pasión.
Tomada de la mano del Señor
María Ana de Jesús Navarro nació en Madrid en 1565, en el seno de una familia noble. Cuando tenía nueve años, murió su madre y, poco tiempo después, su padre se volvió a casar. Su madrastra, lamentablemente, resultó ser una mujer insensible y cruel.
El dolor que siente una niña que extraña a su madre suele ser muy grande, como difícil la relación que surge cuando una madrastra maltrata a una hija adoptiva. Ambas cosas impulsaron a Mariana a acogerse al Señor en busca de fuerza y consuelo. Tomada de la mano de Cristo, la joven fue descubriendo que el amor es más grande que todas las vicisitudes o miserias humanas. En el crisol de esa experiencia se sintió llamada por Dios a su servicio.
Consagrada a su Merced