VATICANO,
El 12 de abril de 2015, el Papa Francisco proclamó Doctor de la Iglesia a San Gregorio de Narek, a quien se le conoce como el "San Agustín de los armenios".
El Santo Padre concedió el título durante una Misa celebrada en memoria de todas las víctimas del genocidio armenio, perpetrado por el Imperio Otomano contra los cristianos hace más de cien años.
En la solemne ceremonia, el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, y el Postulador de la causa se dirigieron al Pontífice para pedir la proclamación de San Gregorio Narek como Doctor de la Iglesia Universal.
"Padre Santo, desde los primeros siglos de la era cristiana, el Espíritu Santo ha dado al Oriente numerosas estrellas, es decir, hombres y mujeres santos y sabios que con el ejemplo de su propia vida y con su enseñanza han señalado el camino al conocimiento de los misterios de Dios y al encuentro con Cristo", expresó.
El Purpurado afirmó que el santo armenio fue un "gran teólogo, místico y poeta" que "comunicó la experiencia espiritual y eclesial con la vida y la enseñanza dogmática, transmitiendo la teología a través de la belleza. La profundidad de las ideas teológicas de nuestro santo, la novedad de su pensamiento y el vigor de su verbo poético fueron siempre apreciados a nivel popular y también por los hombres de la cultura".
"Su obra penetró poco a poco en todos los campos de la vida religiosa y de la cultura armenia: la poesía, la miniatura, la música, la hagiografía, la liturgia y el folclore. Su constante popularidad está unida todavía hoy a su libro de meditaciones y oraciones y fue conocido comúnmente por el pueblo armenio con el nombre de Narek", prosiguió, e indicó que "es el texto más venerado y más difundido en Armenia después del Evangelio".