VATICANO,
El Papa Francisco convocó hoy de manera oficial el Jubileo Extraordinario de la Misericordia con la lectura de la Bula Misericordiae Vultus ("El Rostro de la Misericordia") en la entrada de exterior de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Tras su entrega y lectura, el Pontífice acudió en procesión hasta el interior de la Basílica para presidir la celebración de las Primeras Víctimas del segundo Domingo de Pascua.
Tras el rezo cantado de los tres salmos, el Pontífice pronunció una breve homilía en la que recordó a los cristianos perseguidos por su fe, así como el motivo por el que convoca el Jubileo de la Misericordia.
"La paz, sobre todo en estas semanas, sigue siendo el deseo de tantos pueblos que sufren la violencia inaudita de la discriminación y de la muerte, sólo por llevar el nombre de cristianos", afirmó al comenzar y en referencia al tiempo de Pascua.
Pero, "nuestra oración se hace aún más intensa y se convierte en un grito de auxilio al Padre, rico en misericordia, para que sostenga la fe de tantos hermanos y hermanas que sufren, a la vez que pedimos que convierta nuestros corazones, para pasar de la indiferencia a la compasión".
Francisco apuntó cómo "San Pablo nos ha recordado que hemos sido salvados en el misterio de la muerte y resurrección del Señor Jesús" y cómo "recuerda que, a pesar de las dificultades y los sufrimientos de la vida, sigue creciendo la esperanza en la salvación que el amor de Cristo ha sembrado en nuestros corazones". Se trata pues de "la misericordia de Dios que se ha derramado en nosotros haciéndonos justos, dándonos la paz".
El Pontífice dijo estar convencido de que muchos se preguntarán "¿Por qué hoy un Jubileo de la Misericordia?". "Simplemente –respondió a continuación- porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios".