Conmovido por la visita del Papa, Cuffaro decidió escribir una carta a Marco Tarquinio, el director de Avvenire -el diario de la Conferencia Episcopal Italiana-, donde explica su conversión y lo que sintió al ver al Papa Francisco junto a los presos.
"El Papa ha querido ser uno de los nuestros, su amor y su misericordia son Cristo. La cárcel no es un lugar profanado: 'Donde hay dolor, hay un suelo sagrado': Cristo viene y trae paz a la desesperación de los hombres que llegan al límite de los confines, en la urna del llanto", señala Cuffaro en la carta publicada el 7 de abril por el diario Avvenire.
"Sufrir por los demás es una gran forma de amor y si gritamos nuestro dolor y el de los demás, liberamos nuestra libertad. El jueves 2 de abril de 2105 la voz del Papa estaba cansada y adolecida, pero era 'la voz buena', nosotros, los presos, la hemos reconocido al instante. Él era Cristo. Gracias, Francisco", añade Cuffaro.
El ex político siciliano, conocido en Italia como "Totó", afirma desde la cárcel que el cautiverio le ayudó a reconocer verdaderamente la llamada de Cristo. "Es en este lugar donde muchos de nosotros hemos encontrado la cita decisiva para el encuentro fundamental con Quien estábamos convencidos de haber encontrado, pero no conocíamos a fondo".
"Creíamos haberlo encontrado en la liturgia en la que participábamos, haberlo alcanzado en las peregrinaciones que habíamos hecho, haber estado a su lado en la meditación de los retiros espirituales, pero hoy podemos decir que el encuentro que realmente nos lo ha hecho conocer ha tenido lugar aquí dentro", escribe.
En su juventud Cuffaro estudió en el colegio salesiano Don Bosco Sampolo de Palermo, y perteneció a la Unión de Centro, un partido político italiano nacido en 2002 como Unión de Demócratas Cristianos y de Centro, tras la fusión del Centro Cristiano Democrático, Cristianos Democráticos Unidos y Democracia Europea.