VATICANO,
Hacer memoria del sufrimiento de la persecución y el martirio para llegar a los que han resucitado con Cristo, es la petición que hizo el Papa Francisco en la mañana de hoy al Sínodo Patriarcal de la Iglesia Amerno-Católica con quienes celebrará el próximo domingo una Misa en la Basílica de San Pedro en recuerdo de las víctimas del genocidio.
El Pontífice explicó que ese día "elevaremos la oración de sufragio cristiano por los hijos y las hijas de su amado pueblo, que fueron víctimas hace cien años".
La Misa tendrá lugar en el Día de la Divina Misericordia, a la que se invocará "para que nos ayude a todos, en el amor por la verdad y la justicia, para resanar cada herida y acelerar gestos concretos de reconciliación y de paz entre las naciones que todavía no llegan a un consenso razonable en la interpretación de estos tristes acontecimientos".
El Papa dijo que piensa "con tristeza en particular en esas zonas, como la de Alepo (Siria), que hace cien años fueron refugio seguro para los pocos supervivientes", sin embargo, "tales regiones, en este último periodo, han visto cómo se ha puesto en peligro la permanencia de los cristianos, no sólo armenios".
Francisco destacó que el pueblo armenio, "que la tradición reconoce como el primero en convertirse al cristianismo en el 301, tiene una historia bimilenaria y custodia un admirable patrimonio de espiritualidad y de cultura, unido a una capacidad de recuperarse después de tantas persecuciones y pruebas a las que ha estado expuesto".
En este sentido, les invitó a "cultivar siempre un sentimiento de reconocimiento al Señor, para ser capaces de mantener la fidelidad a Él también en las épocas más difíciles".