MADRID,
El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández ha enviado su carta pastoral semanal en la que habla de la aparición misericordia de Jesús hacia Tomás, y apunta que "Jesús está para todos, pero especialmente para los que tienen dificultad de creer". La incredulidad de Tomás ha sido "útil para la fe de los demás", porque Jesús sale a su encuentro para ayudarle a creer, de tal manera que hace que el Señor muestre su misericordia.
Las mujeres fueron las primeras que se encontraron con el misterio de la resurrección del Señor. Los apóstoles Pedro y Juan fueron corriendo al sepulcro, "entraron, vieron y creyeron", afirma el Prelado. Igual con los discípulos de Emaús y de nuevo al atardecer en el Cenáculo con todos los presentes. Sin embargo, "Tomás no estaba, y cuando se lo dijeron, respondió con escepticismo: Si no lo veo, no lo creo", subraya.
Por eso el Obispo explica que en la aparición de Jesús al domingo siguiente se dirigió a Tomás. "Podemos decir que vino especialmente por él. En medio de la comunidad, Jesús está para todos, pero especialmente para los que tienen dificultad de creer", subraya.
"Jesús va al encuentro de Tomás, no espera a que él se convenza, se convierta y venga. Sino que él mismo en persona va al encuentro de Tomás para ofrecerle nuevas señales de su resurrección", explica el Obispo de Córdoba.
Y precisa que la incredulidad de Tomás nos ha sido "útil para la fe de los demás", porque esa incredulidad ha provocado un nuevo acercamiento de Jesús "para todos aquellos que tenemos dificultades en el camino de la fe".
"Y la fe de Tomás es el resultado de una más grande misericordia por parte de Jesús, que no se cansa de nosotros, sino que una y otra vez nos muestra las señales de su resurrección para que creamos", apunta.