Brett Haubrich, tiene solo 11 años y padece de un tumor cerebral inoperable de grado tres. Cuando la organización Make-A-Wish le ofreció cumplir un deseo, lejos de visitar un parque de diversiones o conocer a algún artista, el niño hizo un pedido inédito: Ser sacerdote al menos por un día.
La fundación Make-A-Wish ("Pide un deseo") es conocida por brindar alegría a los menores de entre 3 y 17 años, con enfermedades graves. El pedido de Brett escapó de cualquier cálculo.
Cuando le preguntaron a Brett, el segundo de cuatro hermanos, cuál era su deseo, inicialmente no tenía ninguno. Pero cuando le consultaron qué quería ser cuando sea grande, antes que un médico o un ingeniero, en la lista de Brett está ser sacerdote.
La madre de Brett, Eileen, entrevistada por St. Louis Review, el periódico de la Arquidiócesis, recordó que su hijo "no quería nada. Le tuvieron que seguir preguntando '¿a dónde te gustaría ir? ¿quieres conocer a alguien? ¿qué quieres ser cuando crezcas?"
En ese momento el niño contestó sin dudar "realmente quiero ser un sacerdote".