Danielle Josey Davis sabía lo que tenía que hacer: un accidente dejó a su esposo en coma y no iba a desconectar los aparatos que lo ayudaban a seguir vivo como sugirieron los médicos. Ella apostó por la vida de su compañero, se dedicó completamente a cuidar de él y varios meses después despertó.
En julio de 2011, Matt Davis sufrió un accidente de motocicleta que lo dejó con varios huesos rotos y una grave lesión cerebral. Tenía 22 años y siete meses antes se había casado con Danielle.
"Los médicos sugirieron retirarle el soporte vital y dejarlo ir porque nunca despertaría. Yo quería darle más tiempo para ver si mejoraba. Realmente no habíamos tenido la oportunidad de empezar nuestra vida juntos, no iba a renunciar", sostiene Danielle.
Matt permaneció en coma durante tres meses, mostraba poco progreso. El padre de Matt había fallecido dos años antes, y su madre estaba muy enferma, así que Danielle era la única persona que podía cuidar de él. En Estados Unidos, mantener a una persona en coma en un hospital es un gasto muy alto así que la joven decidió llevarlo al hogar que la pareja compartía.
En casa, su esposa y su suegra lo cuidaron por largos días y noches. Lo alimentaban por sonda, le daban baños de esponja, más de 20 medicamentos diarios, terapia física y lo movían cada dos horas para prevenir úlceras.
De repente, "nos dimos cuenta que estaba tratando de hablar, casi como un susurro y un día dijo 'estoy tratando'".