REDACCION CENTRAL,
Los bares existen en muchas partes del mundo y hay para todos los gustos. Ahora, en la ciudad francesa de Lille un grupo de católicos acaba de inaugurar "Le Comptoir de Cana" (La Barra de Caná), un lugar fuera de lo común que desde hace tres semanas presenta una interesante propuesta para evangelizar a los que están alejados de Dios.
Se requirieron dos años para obtener los fondos económicos y diseñar Le Comptoir de Cana, que está estratégicamente ubicado en una zona concurrida donde hay varios restaurantes y bares. "Nosotros dejamos entrar a todo tipo de gente. Sean cristianos o no, jóvenes o ancianos. Además, respetamos la ley que no permite la entrada a menores de 18 años", declaró Régis Héaulme en diálogo telefónico con ACI Prensa.
Aunque no hay un límite para el consumo de alcohol, el personal del bar siempre está atento al comportamiento de los clientes. "La gente respeta el hecho de que sea un bar católico y por eso no se emborracha. Pero si sucediera en alguna ocasión, los mozos y los voluntarios llevarán afuera a la persona que esté ebria", indicó.
El responsable también dijo que los clientes no solo consumen bebidas alcohólicas. Algunos optan por tomar un café o una soda. "La gente viene al bar principalmente para conversar", explicó.
Los empleados trabajan a tiempo completo y hay un grupo de 12 voluntarios que se dedican a evangelizar. Estos jóvenes acogen a las personas que llegan al local para conversar y compartir con ellos que Jesús es la auténtica esperanza.