DENVER,
La foto que se volvió viral la semana pasada sobre una niña siria quien se "rindió" ante una cámara, pensando que era un arma, es solo una pequeña muestra de la situación que viven los niños refugiados en Medio Oriente.
"En lo que respecta a los niños, ellos viven una situación muy compleja y atemorizante. Sus circunstancias no son nada buenas.", declaró a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-, Zerene Haddad quien está a cargo Oficina Regional de Abogacía y Comunicaciones del Servicio Jesuita para los Refugiados en Medio Oriente y en el Norte de África.
Haddad comentó que los niños que viven en el campo de refugiados suelen estar callados y lucen como si estuvieran "vacíos por dentro". Explicó que, los niños afectados por la guerra y la violencia tienen problemas para expresar lo que sienten.
Esta dificultad para expresar sus emociones y la carencia de madurez emocional requerida para superar los traumas vividos producen un efecto negativo en la recuperación de los niños.
La BBC contactó al fotógrafo original, Osman Sagirli, quien comentó a la agencia que él tomó la fotografía en diciembre del año pasado en el campamento de refugiados en Atmeh, Siria.
Sagirli comentó que la Hudea, la niña de 4 años que fotografíó, había recorrido aproximadamente 145 kilómetros desde Hama, su hogar, con su madre y sus dos hermanos para llegar al campamento de refugiados.