MADRID,
En el norte de Irák el cuidado de los desplazados por el avance del terror que siembra el Estado Islámico está mejorando poco a poco. "La ayuda internacional está gradualmente tomando el control", afirma Oliver Hochedez, coordinador de ayuda de emergencia de la Orden de Malta, en relación con la situación en la zona Dahuk de la región autónoma del Kurdistán.
"La mayoría de los refugiados están ahora alojados en campamentos organizados. Sin embargo, en todo el país hay cada vez más personas que se desplazan cada día, en particular de las áreas que están siendo fuertemente disputadas", precisa Hochedez.
La Orden de Malta ha construido recientemente un campo de refugiados para unas 25 mil personas y dentro de poco se prevé que abran un centro médico. Éste será el segundo dispensario que la Orden de Malta tiene en el norte de Kurdistán y por el que seguirán facilitando el acceso a atención sanitaria. "Afrontando el trauma y las enfermedades que estas personas están pasando, nuestro equipo médico puede ayudarles a tener una verdadera sensación de logro", afirma el coordinador de ayuda de emergencia.
Quien también precisa que la mayoría de los desplazados no saben qué futuro les puede esperar después de dejar su tierra y todos sus bienes. "Mucha gente quiere abandonar definitivamente el país, otros quieren volver a su casa. No saben qué ha sido de sus casas y pertenencias después de que fueron obligados a salir de sus ciudades", asegura.
Desde el verano de 2014 la Orden de Malta trabaja para proporcionar ayuda médica para los desplazados del norte de Irak. Se estima que alrededor de 23 mil personas han recibido asistencia médica de esta organización en el último año.