VATICANO,
"Con mucha paciencia, y ganas de estar cerca de ellos", así es como el Subsecretario del Pontificio Consejo para la Familia, Mons. Carlos Simón Vázquez, invita a los matrimonios de hoy a educar a los hijos en la virtud de la castidad.
"La castidad es esa integración de las dimensiones físicas del hombre en la dimensión psicológica y espiritual. Y aquí la razón y la voluntad tienen un papel grande que hacer. Hay que hacer que las nuevas generaciones, los jóvenes y a los adolescentes, no separen estas dimensiones, que no estén cada una por su lado, desorganizadas y no unidas", explicó Mons. Simón en declaraciones a ACI Prensa.
"Esta es una tarea importante, que están llamados a hacer sobre todo los padres, viviendo desde esa dimensión de la donación, de la paciencia, de la entrega, del ejemplo, de saber que no todo es lo primero que se me ocurre o el primer deseo que tengo. Sino que en el hombre existe también esa capacidad de reflexión, de darse al otro y de integrar todas esas dimensiones con una visión de fe, porque evidentemente todo esto adquiere una luz nueva desde la fe. Desde la fe significa preguntarse ¿por qué hago yo las cosas en el fondo? Pues las hago porque yo quiero vivir esa imagen de Dios en mi vida particular y familiar".
El sacerdote español hizo estas declaraciones con motivo de la jornada de estudio dedicada a la Carta Encíclica Evangelium Vitae en el 20 aniversario de su publicación, organizada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud el 25 de marzo en el Vaticano.
"La banalización de la sexualidad es uno de los factores principales que están en la raíz del desprecio por la vida naciente: sólo un amor verdadero sabe custodiar la vida. Por tanto, no se nos puede eximir de ofrecer sobre todo a los adolescentes y a los jóvenes la auténtica educación de la sexualidad y del amor, una educación que implica la formación de la castidad, como virtud que favorece la madurez de la persona y la capacita para respetar el significado 'esponsal' del cuerpo", señalaba San Juan Pablo II en Evangelium Vitae, publicada el 25 de marzo de 1995.
El sacerdote español explicó que Evangelium Vitae es un texto fundamental para el mundo de la medicina, porque "pone la atención sobre cómo la vida es la base fundamental del derecho, las relaciones humanas, las investigaciones de la medicina, y sirve como materia que trata sobre la ética de la vida humana".