ROMA,
Uno de los momentos más emotivos del viaje del Papa Francisco a Nápoles, en el sur de Italia, fue su encuentro con sacerdotes, religiosos y un grupo de monjas contemplativas que con permiso especial salieron por unas horas de siete conventos de clausura.
Ni el Arzobispo de Nápoles pudo evitar celebrar la emoción de las religiosas que espontáneamente rodearon al Papa, le entregaron regalos y lo abrazaron. La anécdota fue recogida por diversos medios de prensa y programas de televisión italianos.
Sin embargo, al presentar las imágenes en un programa de la cadena Rai, la conductora de TV Luciana Littizzetto ofendió con un desatinado comentario a las religiosas. Littizzetto dijo que "no se entiende si abordaron al Papa porque nunca habían visto a un Papa o porque nunca habían visto a un hombre".
La broma ofendió a las religiosas del Monasterio de las Clarisas Capuchinas de Nápoles que poco después publicaron esta inesperada respuesta en su perfil de Facebook: "lamentamos que la Sra. Littizzetto, (cuyo trabajo) hemos disfrutado en otras ocasiones, haya pensado que las 'reprimidas' monjas de clausura estuvieron esperando al Papa para abrazar a un hombre... probablemente para hacer eso hubiéramos escogido otro lugar y otros hombres… si es que lo hubiéramos querido… ¿no será momento, querida Luciana, de actualizar su imaginario manzoniano de la vida de las monjas contemplativas?"